lunes, 4 de noviembre de 2013

Fuente: Revista AÑO/CERO 279
Año/Cero, Religiones y espiritualidad
Cada vez más hospitales convencionales incorporan terapias alternativas y ancestrales
LA CIENCIA SE RINDE A LA SANACIÓN ESPIRITUAL
                      
Última actualización 18/10/2013@09:32:48 GMT+1
Cristina Arizkun
Ilustración: F. Pernas
Ya no es excepcional acudir a un hospital y recibir un tratamiento apoyado por alguna clase de terapia natural. Quizá sea porque existe una demanda por parte de los propios pacientes y porque, observando esa tendencia, muchos profesionales de la medicina han rechazado prejuicios heredados. Buen ejemplo de esto último lo constituye el trabajo del Dr. Francisco Barnosell, reputado neurólogo cuyo afán es tender puentes entre las terapias ancestrales y la medicina oficial.
Vivimos una época de apertura de conciencia en todos los niveles y esta oportunidad también ha llegado a la medicina. En España, Francisco Barnosell, autor de Entre dos aguas (Ed. Luciérnaga), es pionero en el trabajo con diferentes chamanes y sanadores y en incorporar dichas prácticas a su trabajo como médico. Pero, ¿qué opina la profesión médica a este respecto? ¿Es posible conciliar ambos enfoques? El Dr. Barnosell se muestra esperanzado.
«Si se habla y se actúa con respeto y sentido común por ambas partes –comienza explicándonos–, no deberían existir demasiados problemas. La mayoría de los colegas con quienes he hablado, me animan a seguir en este camino. Pero es verdad que en ambientes ‘hospitalarios’ más rígidos, son un tanto reacios. No obstante, creo que esta forma de actuar es secundaria, por falta de información: desconocen de qué se trata», subraya Barnosell, quien se muestra convencido de que existe un parámetro fundamental que llevará a la unión entre medicina convencional y terapias alternativas: la demanda de los propios pacientes.

TÉCNICAS IMPENSABLES
Hay hospitales españoles, incluso del sistema público, donde acuden voluntarios a impartir reiki a los enfermos, especialmente en unidades del dolor. En Francia, también en hospitales públicos, dan terapia energética a los pacientes antes de las operaciones, al objeto de facilitar su recuperación. Pero Francisco Barnosell cree que la integración de estas terapias en el sistema sanitario llegará antes en Latinoamérica, donde hay tradición de acudir a sanadores o chamanes indígenas.

Este especialista en electromiografía, una técnica de diagnóstico neuromuscular, viajó a Latinoamérica y Asia con varias ONGs, colaboró con toda clase de chamanes e incluso médiums, y aprendió que «existía otra medicina que también curaba». Su investigación, que se prolongó durante casi diez años, le llevó a descubrir «técnicas impensables», que experimentó en su propio cuerpo. «Fue un aprendizaje increíble y demoledor», reconoce Barnosell.

Y es que los chamanes enseñaron a este médico español que «para curar a los demás hay que curarse primero uno mismo». Así, Barnosell volvió de lo que podríamos llamar su viaje iniciático, convencido de que estamos entrando en una era con menos prejuicios, que no hay que excluir ningún pensamiento o creencia y que debemos respetar «anclajes del pasado, de otras culturas y otras formas de ver la vida. El mundo es suficientemente grande para que quepamos todos».

Tras este proceso de asunción personal, le llegó el momento de explicar a sus colegas de profesión las experiencias que había adquirido. En mayo de 2010 realizó su primera conferencia, junto con el biofísico y sanador energético Jean-Jacques Breluzeau, en una clínica donde lleva treinta años colaborando. La acogida fue cálida y respetuosa y, desde entonces, ha intervenido en múltiples congresos. Los días 12 y 13 de octubre participará en el Foro 2013 Nueva Conciencia, donde tendrá la oportunidad de hablar, entre otras cuestiones, de la que considera base de las terapias no convencionales: la energía… (Continúa en AÑO/CERO 279).